Andrés Calamaro Masel (nacido en Buenos Aires el 22 de agosto de 1961) es un músico, compositor, intérprete y productor argentino. Durante toda su carrera ha pertenecido a bandas de gran importancia como Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez. Este artista prolífico, ha compuesto varias de las canciones más importantes del rock en español.
Biografía
Comienzos
Cuando Calamaro cumplió 8 años recibió un regalo sorpresa, un acordeon y más tarde un tambor, después de golpear los parches en casa de unos vecinos en el casco antiguo de Buenos Aires en el barrio antiguo de Once.[cita requerida] A los 10 años, componía su primera canción «La chica del paraguas» y a los 13 y ya pasado el tiempo, se fue volcando a la guitarra eléctrica y al piano, el instrumento donde muestra mayor fluidez y versatilidad después de aprender a tocarlo junto a su maestro Oswaldo Calo.
Años después, pescando tiburones en Uruguay Calamaro escuchó su primera oferta de trabajo, un grupo musical, que ya en sus horas bajas necesitaba un reemplazo en los teclados, y fue entonces cuando Calamaro salió a las carreteras por primera vez. Tejió su futuro propio, y fue a una audición para entrar en el grupo Raíces, al que fue recomendado por el mismo Sergio Makaroff, y entre los gritos del Mundial de fútbol, los tambores del candombe y luego de incluso haber actuado en un corto cinematográfico, dio sus primeros pasos en el Latin Jazz y fue detenido por la policía de la dictadura. Calamaro debutó oficialmente como músico con el disco de éste grupo: B.O.V. Donde en el año de 1978, junto a ellos adquirió experiencia en vivo y una sencilla pero importante presencia en la escena rockera de aquellos tiempos, donde conseguiría relacionarse con personajes influyentes con los que compartiría éxito y talento posteriormente. Su dedicación a la música se debió porque es algo que le encanta y porque «es un bailarín pésimo».
Durante su juventud y habiendo tenido ya experiencia como tecladista, cursó durante poco tiempo su carrera en Derecho para finalmente dedicarse de lleno a la música. Probó suerte con la «Chorizo Colorado Blues Band» que formó con su amigo Augusto «Gringui» Herrera siguiendo después con una agrupación que seguía la línea de The Platters, inclinado un poco por el rock, para así definirse de nuevo junto a Gringui en lo que sería su proyecto «Elmer’s Band» al que se sumaba Eduardo Cano (Posterior Bajista de Los Twist).
Tocó como músico de sesión para artistas muy variados como los hermanos Makaroff y Julián Petrina, perteneció a la banda progresiva llamada «Trigénimo» e hizo presencia incluso con integrantes de una secta religiosa, y allá donde pudiera sentarse a hacer sonar un teclado. Poco a poco, el joven Andrés se formó íntegramente en un ámbito social muy artístico y fue estructurando su gran personalidad y apertura musical. Héctor Zeta Bosio lo invitó a unirse a una banda local llamada The Morgan, que se transformó posteriormente en Proyecto Erekto cuando se sumó a ellos Gustavo Cerati y que, finalmente, se convertiría tiempo después en lo que se conocería como Soda Stereo, ya sin la presencia de Calamaro, en pleno inicio de la década de los ochenta.
Sin embargo, y gracias a la ayuda de su amigo Alejandro Lerner y de Pipo Lernoud, quienes lo recomendaron como teclista, en los primeros meses del año 1981, Calamaro recibió la llamada que cambiaría su destino: era Miguel Abuelo recién llegado de la isla de Ibiza.
Los Abuelos de la Nada y su carrera solista
Con Miguel Abuelo, se formaría la nueva alineación de Los Abuelos de la Nada, en la cual encontró su lugar, tan deseado, en el olimpo criollo del rock argentino; eran los primeros años ochenta. Los Abuelos era un combinado de poesía, funky, carretera y armonías, formado por seis músicos de curtido talento y personalidad, entre los cuales estaban el productor y bajista Cachorro López, el cantor de tangos y saxofonista Daniel Melingo, el gran guitarrista de La Máquina de Hacer Pájaros Gustavo Bazterrica, el baterista Polo Corbella y, desde luego, el gran pionero del rock argentino Miguel Abuelo. Mientras militaba en la banda de Miguel Abuelo, Calamaro tuvo la oportunidad de pertenecer a la banda soporte de Charly García, quien había producido ya a Los Abuelos de la Nada y se había fijado en ellos para sus presentaciones en vivo.
Miguel Abuelo consiguió la confianza suficiente para que Calamaro realizara sus propias canciones y las cantara, y fue así como en muy poco tiempo logró gran popularidad como compositor. En 1982 sale a la venta el primer disco de Los Abuelos de la Nada, con el cual despiertan toda la atención de la escena rockera de aquel tiempo por el sencillo «Sin gamulán» compuesto por Andrés y un año más tarde, sucedería lo mismo con el sencillo «Mil horas», de su disco ‘Vasos y Besos’. Mientras tocaba con esta banda, participaría en la musicalización de la obra «Tango Salsa» de Roberto Granados, lo que lo impulsó a componer cada vez más temas propios, de los cuales algunos eran compartidos con su siempre amigo Augusto «Gringui» Herrera, con lo que para el año de 1984 y aún sin publicar el tercer álbum de estudio de Los Abuelos de la Nada, lanzaría su primer disco solista Hotel Calamaro producido por Charly García. Al mismo tiempo, abandonaría su acompañamiento en la banda soporte de García debido a sus compromisos con Los Abuelos de la Nada, aquel puesto no quedaría vacío por mucho tiempo pues en cuestión de días llegaría su reemplazo, el rosarino Fito Páez. En 1984 saldría a la venta el último disco de estudio firmado por Andrés Calamaro con Los Abuelos de la Nada, Himno de mi Corazón, que fue al igual que los anteriores un éxito rotundo.
Durante estos años Andrés formaría la «Ray Milland Band», agrupación formada por él junto a Daniel Melingo, Pipo Cipolatti (con quien ya había tenido experiencias musicales en una fortuita banda llamada Los Almirantes), Miguel Zavaleta, Camilo Iezzi, Charly García, Pedro Aznar, entre otros, cuando fue grabado el primer disco de Los Twist, La dicha en movimiento en el que Andrés estaba participando como teclista invitado. Cabe destacar que junto a sus amigos más cercanos Andrés solía, en sus domésticos estudios de grabación, formar bandas de incluso un solo día de duración como la poco conocida «Zoilo Goes to Rancho» que formaría también con Melingo y Cipolatti.
En 1985 graba junto a Los Abuelos de la Nada, un material En Vivo que supuso el fin de su carrera junto a esta banda. Aún con el eterno liderazgo de Miguel Abuelo, esta agrupación nunca volvería a ser la misma, pues sin Calamaro el público disminuyó completamente. Un poco después y ya desligado de su anterior banda, Calamaro publica un disco algo más personal, experimental, titulado Vida cruel, en 1985, para el disco se reunió una banda llena de talento con nombres importantes de la escena argentina, además de participaciones muy importantes. Richard Coleman, Luis Alberto Spinetta y Charly García fueron algunos, pero el éxito que Calamaro había conseguido en Los Abuelos no regresó.
Inicia entonces su trabajo como productor de bandas como Los Fabulosos Cadillacs y Enanitos Verdes, además durante esta época participó como bajista y teclista invitado de Luis Alberto Spinetta, en su disco «Privé», y regaló algunas de sus canciones a artistas de la talla de Nito Mestre, Mónica Posse y María Rosa Yorio, que las grabarían en sus discos.
Conduciendo su propio programa de radio («Bienvenidos al Hotel»), conoce a Ariel Rot y conforman una sociedad musical para grabar, entonces, dos discos solitarios de Calamaro y salir a las carreteras de Argentina. Esta vez se desinteresan por seguir los cánones musicales de la época y se dedican a su pasión: el rock and roll. Junto con grandes músicos y en colaboración estrecha con algunas personalidades salen a la venta en 1988 y 1989 respectivamente los discos «Por mirarte» y «Nadie sale vivo de aquí» con los que Calamaro demuestra su independencia y madurez musical, llenos de grandes cosas tanto musical como líricamente, aunque el éxito era mínimo apenas con algunos sencillos como «Cartas sin marcar». De nuevo Calamaro salía con su banda, a realizar una gira, y es del material de uno de sus conciertos que saldría entonces en 1994 un disco titulado «Live in Ayacucho ’88».Por aquellos días sería productor una vez más, en aquella ocasión, de la banda chilena UPA.
Cabe resaltar que su álbum Nadie sale vivo de aquí recibió excelentes críticas por parte de la prensa especializada, tanto que fue escogido como el mejor disco de aquel año (1989). En el año 2007 sería ubicado en el puesto 60 por 180 músicos y periodistas musicales en lo que serían Los 100 mejores álbumes del rock argentino según Rolling Stone.,[1] un puesto más arriba que el aclamado trabajo en conjunto de Spinetta/Fito Páez titulado «La La La». Lo que no llegaba era el reconocimiento masivo y económico.
Calamaro y Rot deciden entonces intentarlo en España en 1990 y refundarse como Los Rodríguez, con el recordado Julián Infante, el igualmente querido Guillermo Martín, y un baterista llamado Germán Vilella, pues la situación en Argentina no era nada favorable.
España: Los Rodríguez
En la primavera de 1990 decidió partir a España, donde se juntó con Ariel Rot y Julián Infante, dos de 5 integrantes del grupo Tequila, para llevar a cabo un nuevo proyecto musical bautizado como Los Rodríguez, palabra que tenía un significado español que lo sorprendía (se llama rodríguez al hombre que sigue trabajando mientras la mujer se va de vacaciones con los hijos, esto le da libertad para hacer cosas que no puede el resto del año). Luego de varios años como solista, Calamaro volvía a formar una banda que terminaba su formación con Germán Villela en batería y Daniel Zamora en el bajo. La banda editó tres álbumes en estudio (Buena suerte (álbum), Sin documentos y Palabras más, palabras menos) y uno en directo (Disco pirata). Cabe resaltar que la imagen del grupo era muy sólida, pero Calamaro siempre llevó la batuta de lo que fue el éxito de Los Rodríguez, pues durante la década de los noventa logró fortalecer su historia musical como gran exponente del rock argentino y elevarse como un letrista y músico exquisito junto a esta banda, que finalmente fue la que le dio su merecido puesto en las grandes ligas del rock en nuestro idioma.
Buena suerte (álbum) (1991) tuvo mucho éxito en Buenos Aires. Este álbum contenía el tema «Mi enfermedad», considerado un clásico del rock que a su vez dio la apertura radial a Los Rodríguez en muchos países de Sudamérica. Luego de Buena suerte, llegó el segundo CD, Disco pirata donde se encontraban presentaciones en vivo, colaboraciones con Fito Páez e incluso un cover de Sui Generis de la canción “Mr. Jones”.
El tercer disco llamado Sin documentos sale a la venta en 1993 y junto a él vendrían dos de las canciones más importantes de la banda: «Dulce condena» y «Sin documentos».
El cuarto disco, Palabras más, palabras menos (1995), fue el mayor éxito de la banda. Los llevó en varias giras por España y Sudamérica y los colocó en la cima del rock en español, siempre buscando una nueva estética e incorporando sonidos distintos al rock como el flamenco y la rumba. Dentro de este disco se encontraba la canción «Mucho mejor», una de las más populares de la banda. Además también contenía otro compuesto por Joaquín Sabina y Calamaro, «Todavía una canción de amor». Entre otras se puede encontrar la canción «Para no olvidar», otro de los clásicos de la banda, una canción con estilo flamenco y letra bien calamarense. «La milonga del marinero y el capitán», «Aquí no podemos hacerlo» (con ritmo reggae) y «10 años después» son otras de las muy buenas canciones que hicieron de ese CD uno de los más importantes del rock español.
Andrés Calamaro no podía contener su capacidad creativa, y al mismo tiempo que tocaba con Los Rodríguez seguía componiendo. Es así como editó los dos volúmenes de la serie Grabaciones encontradas, que incluyen, tal como refleja su título, grabaciones encontradas en baúles, muebles de la casa de sus padres y temas en los cuales el músico es acompañado por personajes como Luca Prodan, vocalista de Sumo, o Daniel Melingo. La grabación con Luca Prodan, (La canción «Años» de Pablo Milanés) es considerada histórica en la Argentina.
Las canciones de estos dos volúmenes fueron compuestas durante 10 años, (1984-1994), y fueron desechadas alguna vez por Andrés. La experimentación ronda por los dos discos, en los cuales Andrés muestra su inquetud artística con producciones en distintos estilos, y tocando a la vez guitarras y pianos. Tres de las canciones más importantes y que han sido tocadas en vivo por Calamaro son: «Lou Bizarro», «No se puede Vivir del Amor» y «Buena Suerte y Hasta Luego».
En este par de discos se guardaba casi una década de experimentaciones instrumentales que fortalecían más la imagen de un gran artista lleno de capacidad creativa. Estos saldrían a la venta en 1993 y 1996 respectivamente. Cabe resaltar también la participación que tendría Calamaro en la banda sonora de la película Caballos salvajes en 1995, haciéndose cargo de parte de la música, y dejando su marca personal con la canción «Algún lugar encontraré».
La actividad con Los Rodríguez continuaba a un ritmo feroz, pero los problemas se empezaban a notar. Hicieron Palabras más, palabras menos en 1995 y un año después la agrupación decidió separarse, habían diferencias artísticas notables entre Andrés y el resto del grupo, éste tenía el liderazgo compositivo de la banda y finalmente decidieron separarse. Se realizó una recopilación de sus mejores temas, algunos grabados en estudios y otros en vivo. Este álbum recopilatorio se denominó Hasta luego, disco que consolidó la banda en lo que a ventas se refiere y que los llevó a realizar una gira española junto a Joaquín Sabina. En 2002 un nuevo recopilatorio saldría a la venta, titulado Para no olvidar, en el que se encuentran algunos inéditos temas de la banda.
Su última polémica aparición aún estando con Los Rodríguez fue la que mantuvo con el argentino Charly García , con quien después de haber entablado amistad durante más de 15 años, formó una fuerte y latente pelea que los alejó, algunos dicen porque Charly García le quitó su esposa a Andrés, otros que fue por cuestiones fundamentalmente artísticas.
De nuevo en solitario
Ya en 1997, cuando la exitosa etapa junto a Los Rodríguez había concluido, Calamaro emprendió un nuevo proyecto que lo llevaría a Estados Unidos. En este país grabó, junto a músicos de sesión, los temas de su nuevo trabajo como solista, que se tituló Alta suciedad e incluía canciones como «Flaca», «Media Verónica», «Crímenes perfectos», o «Loco», cuya polémica letra expresaba: “Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito(…)”; . El disco superó las 500.000 copias vendidas en todo el mundo (el segundo disco más vendido del rock argentino justo después de El amor después del amor de Fito Páez que alcanzó las 750.000 copias vendidas) y llevó al músico a realizar gran cantidad de recitales, en los cuales compartió el escenario con músicos como Fito Páez y Joaquín Sabina, entre otros. Este regreso post-Rodríguez fue perfecto y diez años después (2007) Alta suciedad sería ubicado en el décimo puesto por 180 músicos y periodistas musicales en lo que serían Los 100 mejores álbumes del rock argentino según Rolling Stone.
Durante la gira del disco en un recital en La Plata, Calamaro se refirió en público a la posibilidad de fumarse un porro. Como consecuencia de ello, se iniciaron acciones judiciales contra él por incitación al consumo de drogas, caso que se resolvería con su absolución en abril del 2005. Justo después de este disco Calamaro lanzaría Las otras caras de alta suciedad Inéditos + rarezas + canciones donde se encontraban los lados B de la época de producción de Alta suciedad. Durante el año 1997 Calamaro participa en el EP de su antigua banda Raíces titulado Ey Bo Road en la canción “Candombe de las esquinas”.
Con su veloz ritmo de composición, en un lapso de seis meses, entre fines de 1998 y mediados de 1999, más de 100 canciones estaban listas para ser editadas, pero por problemas de espacio sólo se editaron 37 de ellas. Fue así como nació Honestidad brutal, hasta ese momento el disco más largo de la historia del rock argentino y, para algunos críticos, el mejor trabajo de Calamaro. El disco incluye grandes temas de diferentes estilos musicales, siendo un gran ejemplo de versatilidad musical y lírica de este artista. Es un disco que conforma a Calamaro en lo más alto de la escena musical y además, un disco complicado por la situación vital de excesos en que se veía rodeado. En la misma lista Rolling Stone, donde más de 150 músicos escogieron los 100 discos más importantes del rock argentino, Honestidad Brutal ocuparía el puesto 30.
En el año 1999 Andrés Calamaro fue el encargado de abrir los doce conciertos que Bob Dylan realizó durante su gira española llevada a cabo a la vez que la edición del doble álbum en directo The Bootleg Series, Vol. 4: Live 1966. The «Royal Albert Hall» Concert un aclamado disco que durante años fue producido de forma pirata grabado durante su gira de 1966. Un espectáculo acústico y acompañado por dos de sus músicos habituales: Guillermo Martín y Candy Caramelo, donde repasaba algunos éxitos de los Rodríguez, y de su carrera en solitario. No cobró nada y colaboró así con una de sus máximas inspiraciones musicales.
El año 2000, después de hacer una selección de 300 temas, de 500 que graba, el artista viajó a España con sus músicos (Ciro Fogliata, Guillermo Martín, Candy Caramelo, Gringui Herrera, el «Niño Bruno» y el guitarrista Coti Sorokin) y grabó las 103 canciones que fueron presentadas en El salmón, un álbum histórico para la industria musical por contener cinco CD.
Los temas de Calamaro, tratan del amor perdido y de la vida contracorriente. Todo el álbum transpira una agria melancolía. Muchas canciones tienen un tono de despedida. Incluso en «Tuyo siempre» parece anunciar su retirada temporal de los escenarios. Curiosamente, ya avisa de su futuro regreso en ¿Nos volveremos a ver?. Al disco fue casi imposible hacerle una crítica, ya que era demasiado largo y complejo. Pocos se atrevieron. Aunque el disco es arriesgado y no compromete tanto la visión musical que venía de Honestidad brutal, sí es un trabajo lleno de mucho texto, líricas y madurez.
2004 – 2010
Calamaro durante la gira «Dos Rodríguez» en Buenos Aires en 2006.
El músico pasó cuatro años sin editar material alguno. El vacío comercial se llenó con participaciones esporádicas, que incluyeron hits como “Para siempre” junto a Los Ratones Paranoicos. A partir de su trabajo en El salmón, Calamaro se manifestó a favor de la libre circulación de canciones por la red. «La música es de los que la quieren escuchar y de nadie más», afirmaba hasta el hartazgo el compositor. Es así como en un lapso de tres años y rodeado de excesos llegó a componer centenares de canciones, las cuales aunque muy sencillas representaban la calidad lírica e inteligencia musical inmediata del artista. Poco a poco estas canciones se fueron conociendo, aunque de ellas solo salieron a la luz pública no más de 50.
Para apoyar con la acción esta filosofía comenzó a brindar a sus fanáticos con páginas en Internet el material que él producía en estudio doméstico. Estas canciones aparecieron primero en Deepcamboya, un sitio bautizado con el nombre del estudio en donde el artista pasa horas escribiendo canciones. Los materiales colgados en la red eran de baja calidad sonora, por lo cual un grupo de seguidores (Camisetas para todos) se encargó de remasterizar el material y, con el permiso de Calamaro, dejarlo disponible gratuitamente en Internet. Para asegurar la calidad total de sus grabaciones, Andrés Calamaro fundó Radio Salmón Vaticano, iniciando así una suerte de ciberestudio de grabación en su sitio web oficial. No obstante, su ausencia en las tiendas de discos se hacía cada vez más notoria.
Algunos de sus temas pertenecieron a la banda sonora de la película El delantal de Lili donde en la versatilidad instrumental se ve a un Calamaro con experiencia y creatividad. Cabe resaltar que durante toda su historia ha participado en algunas otras bandas sonoras y colaboraciones con decenas de artistas, que o bien son incontables y probablemente difíciles de organizar totalmente, o bien nunca salieron a la luz pública como él mismo afirmaría cuando confesó haber eliminado todas las canciones suyas que conformaban la banda sonora de la película «Vivir a los 17».
En febrero de 2004 editó el álbum El cantante (álbum), un disco de versiones de boleros y temas del cancionero latinoamericano. Además, Calamaro agrega tres temas que estuvieron de algún modo circulando por la web: “Estadio Azteca”, “La libertad” y “Las oportunidades”. Este disco fue producido por Javier Limón y grabado en su estudio. Además cuenta con la participación de músicos del calibre de Niño Josele y Jerry González.
Luego de idas y venidas entre Madrid y Buenos Aires, se reencuentra con sus viejos amigos de Bersuit Vergarabat y, tras acompañarlos en el cierre de su gira a finales de 2004, se unen a ensayar parte del repertorio de Calamaro, lo habían convencido de forjar su regreso.
En 2005, el cantante argentino regresa al escenario. El 11 de febrero se presenta, secundado por Bersuit Vergarabat, en el festival Siempre Rock, llevado a cabo en Cosquin, provincia de Córdoba. La emoción transmitida por el público obligó a que Calamaro se subiera de nuevo a un escenario, pero esta vez en Buenos Aires.
Los días 18, 19 y 20 de abril, Calamaro pisaba el estadio Luna Park. Lo acompañaron en esas noches músicos tales como Juanjo Domínguez (con quien interpretó los tangos «Como dos extraños» y «Por una cabeza»), Juanse (líder de Los Ratones Paranoicos, con el que rindió homenaje al fallecido Norberto Napolitano, Pappo, en las canciones «Desconfío» y «Tren de las 16»), Andrés Ciro Martínez (líder de Los Piojos, que aportó la armónica y su voz a canciones como «Alta suciedad») y, por último, su hermano Javier Calamaro, interpretó con el «No me nombres». El día 20, Gustavo Cordera reemplazó al ausente Juanjo Domínguez e interpretaron «Estadio Azteca», «Nueva Zamba Para Mi tierra» de Litto Nebbia y el clásico de Bersuit «Mi caramelo». Uno de estos conciertos se convirtió en el disco «El regreso».
El 17 de diciembre de 2005 Calamaro, por entonces sentimentalmente ligado a la actriz Julieta Cardinali, se presentó en el estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires ante más de 25.000 espectadores. Dicho concierto lleno de temas exitosos durante su carrera se convirtió en el DVD Made In Argentina. Ese mismo año se empezó a preparar un disco tributo al artista argentino.
El 22 de mayo de 2006 salió a la venta el disco Tinta roja, compuesto por diez tangos, producido por Javier Limón y que cuenta con la colaboración del guitarrista español El Niño Josele. En su gira, lo acompañarián el Niño Josele, que también lo hizo en la gira de El cantante, y el argentino Juanjo Domínguez. Andrés Calamaro triunfó en la entrega de los Premios Gardel, una ceremonia realizada en el teatro Gran Rex de Buenos Aires. Obtuvo el Gardel de Oro y tres distinciones por su disco El regreso. Además, consiguió el premio a la mejor interpretación del año por «Tuyo siempre», al mejor álbum de artista masculino de rock y al mejor diseño de portada, creado por Zona de Obras. Durante dicha ceremonia, Charly García arrojó un sombrero que llevaba puesto a las manos de Calamaro al final de su presentación, lo que abrió las puertas a una posible reconciliación de los músicos después de varios intentos fallidos durante 1998 y 1999.
Este mismo año, se lanzaría finalmente el tributo al artista, Calamaro querido! Cantando al salmón. El elenco de este disco homenaje, incluye a buena parte de los históricos del rock argentino como León Gieco, Litto Nebbia, Pedro Aznar, Fabiana Cantilo y Fito Páez, grupos como Los Fabulosos Cadillacs, Los Pericos y Los Auténticos Decadentes, y de otras latitudes Joaquín Sabina, Niña Pastori, Julieta Venegas, pasando por algunos nuevos talentos como el catalán Muchachito Bombo Infierno, dos personalidades que quedaron fuera por cuestiones de última organización fueron el argentino Gustavo Cerati y el español Alejandro Sanz.
Desde mayo de 2006, Calamaro se propuso premiar a los más nostálgicos realizando varios conciertos junto a su compañero Ariel Rot, entregando a ellos varias presentaciones (con llenos totales) e interpretando canciones de los Rodríguez, muy pocas veces escuchadas. En diciembre de ese año cierran la gira 2 Rodriguez con un par de recitales en el Club Ciudad de Buenos Aires, a los cuales asistieron mas de 30.000 espectadores en cada uno de ellos. Durante el año 2006 sale a la venta el disco El palacio de las flores, el cual graba junto a la banda soporte de Litto Nebia, «La Luz». La mayor parte del material es compuesto íntegramente por Andrés, sin embargo se ven colaboraciones del mismo Nebia y de Vicentico.
Durante el 2007 Andrés es reconocido como la personalidad del año en Argentina, en una ceremonia tributo en la cual se destacaron las presentaciones de Fito Páez (que interpretó la canción «Flaca») y a la cual asistió sin ningún problema el músico Charly García, y estuvieron también Fabiana Cantilo, Nito Mestre y Gustavo Cerati.
Durante el mes de enero de 2007, es padre por primera vez. Calamaro tiene a su primera hija junto con la actriz Julieta Cardinali el día nueve de ese mismo mes. La nena es llamada Charo.
En septiembre de este año sale a la venta «La lengua popular», el 11 de septiembre, quizás el disco más comercial del artista hasta la fecha. Esta producción transpira un nuevo aire en el músico, muestra de su situación sentimental y su condición de padre por primer vez.El primer sencillo del LP, «Cinco minutos más (minibar)» rompe de nuevo con el Calamaro al que estamos acostumbrados, con unos ritmos influenciados por Cachorro López, productor del disco. El segundo single elegido de este CD es “Carnaval de Brasil”. El disco vuelve a la sencillez de lo más popular del artista alejándose de la experimentación y la eclecticidad musical pero lleno de madurez y experiencia, dignas de un artista de larga trayectoria musical. Su gira del álbum La lengua popular empieza en Santiago de Chile el día 9 de diciembre de 2007 ante 10.000 espectadores. Posteriormente continuó en las ciudades de Córdoba y Buenos Aires, en esta última congregando a 60.000 espectadores en dos presentaciones en el Club Ciudad de Buenos Aires. En este período sale a la venta el DVD «Dos son multitud» sacado de la gira que Andrés hizo con Fito y los Fitipaldis durante el 2007. Este DVD contiene imagenes de los conciertos en Getafe ante 40.000 espectadores el dia 7 de julio del corriente año.
En el año 2008, se reúne con su vieja banda Raíces, 30 años después de su primer producción, para lanzar un nuevo disco con versiones de aquel clásico “B.O.V. Dombe” como algunos temas nuevos, entre ellos se incluyen dos temas inéditos del repertorio que Calamaro grabaria después del salmon en su estudio casero. (De las dos orillas y mancada en la pampa). En marzo de ese año, Andrés Calamaro ganó por segunda vez el premio Carlos Gardel de oro, además de quedarse con otros cinco gardeles en los rubros: artista de rock, diseño de portada, canción del año, videoclip y álbum del año, todos por su disco La lengua popular.
Calamaro durante su actuación en la sala Razzmatazz de Barcelona en septiembre de 2008.
La gira de ‘La Lengua Popular’ continuó en varias ciudades de España y Argentina, sus primeras presentaciones en Colombia, Como broche de oro, vuelve nuevamente al club ciudad de BS. AS reuniendo la misma cifra de espectadores que sus acttuaciones anteriores en el mismo lugar.
Calamaro, retribuyó el afecto a sus raíces interpretando por única vez en la gira ‘La Copa Rota’, canción original del bolerista colombiano Alci Acosta y que se hiciera famosa con Los Rodríguez. Luego siguieron México. También se daría su vuelta a Perú y Paraguay (diez años después en ambos casos) luego de mucha espera, cerrando así los conciertos del 2008 en Asunción ante más de 20.000 espectadores en una sola función.
En enero del año 2009, y a raíz de la celebración de los 10 años de la revista «Efe Eme», Andrés Calamaro ofrecería el disco inédito «Nada se Pierde», cargado de temas desconocidos hasta la fecha. Entre las canciones incluídas figuran inéditos Post-Salmón (2000-2003), versiones de artistas como Bob Marley, Sumo, Moris, y Luis Alberto Spinetta (Con la canción «Bajan» todo un clásico del rock argentino), una grabación encontrada de la gira Honestidad Brutal interpretando la canción I can´t help falling in love…( famosa por Elvis Presley, Bob Dylan y UB40) y finalmente dos canciones en directo extraídas de su gira La Lengua Popular, los Tangos «Los mareados» y «Jugar con Fuego» (de su autoría). Las descargas del disco superarían las 41,000 y muchos de sus seguidores han calificado esta producción como el Volúmen 3 de sus grabaciones encontradas.
En la edición de 2009 de los Grammy Latinos, Calamaro fue reconocido con el premio a Mejor álbum rock vocal, por su disco «La lengua popular».
En medio de la gira, se daría a conocer el lanzamiento de la primera Antología del músico titulada «Andrés (Obras incompletas)». En ella se incluyen las mejores canciones de sus últimos 10 años de vida artística, una selección de versiones de otros músicos como también la grabación de 36 temas inéditos de la época post-salmón escogidos por el mismo Calamaro para la ocasión. El Box-Set se compone de 6 CD (3 de éxitos y 3 inéditos y conciertos) y 2 DVD. Tomando como base dicha Antología, Calamaro reanuda una importante gira de 20 conciertos que brinda en España, Argentina, México y Chile, conciertos en los cuales vuelve a entregar al público temas olvidados, como otros jamás tocados en vivo incluyendo «Por Mirarte», «Para Seguir», «La mirada del adiós», «Mil Horas», «Cada una de tus Cosas», «Mi enfermedad» y el inédito «El Perro».
Calamaro concluye la gira 2009 con dos inolvidables conciertos en Buenos Aires, el 12 y 13 de Diciembre, en el Club Ciudad de Buenos Aires y el Luna Park, reuniendo alrededor de 50,000 personas. Durante estos conciertos Andrés sorprendió al público con artistas invitados, como Fito Páez quién lo acompaño en «Crímenes Perfectos», «Canal 69» y «Paloma»; Pedro Aznar en «Naranjo en Flor» y «Media Verónica»; David Lebón en «Alta Suciedad», «Seminare» y «Paloma»; Adrián Dárgelos en «Los Aviones» y Vicentico en «Tuyo Siempre» y «Paloma».
En Junio de 2010 se publica su álbum «On the Rock», con la idea de grabar un LP de estudio con sus compañeros de gira, Andrés invita a artistas de la talla de Calle 13 (banda),El Langui, Diego el Cigala, Bunbury, Niño Josele, Loquillo, Pereza, , o Jerry González. El disco recupera temas camboyanos como «El perro» y nuevos como «Te extraño». La semana de su publicación se coloca en el numero 1 en las listas de ventas de España.
El 23 de julio de 2010 se casó con Julieta Cardinali, tras cinco años de relación y una hija.
Influencia
Su influencia con el paso del tiempo ha sido innegable. Ha compuesto decenas de hits con los que ha sido reconocido en el mundo musical, pero además de eso ha logrado trascendencia con discos que van de lo simple a lo complejo de manera versátil y coherente. Su estilo es ecléctico y en su música podemos encontrar rasgos de puro rock n’ roll pasando por el folk, funk, tango, blues, jazz, reggae, bossa nova y hasta incluso hip-hop. Sus discursos y frases célebres le han dado státus de poeta, algo con lo que muchos no están de acuerdo. Incluso, cultores radicales lo acusan de que lo suyo, no es en absoluto rock (algo similar acontece con Fito Páez, Nito Mestre, Litto Nebbia, Raúl Porchetto, Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Lito Vitale, Esteban Correa y Alejandro Lerner). Sin embargo es un artista totalmente flexible que en sus conciertos ha mezclado el más puro rock n’ roll con diversos géneros.
Por otro lado está que de entre sus canciones más conocidas y que más veces toca en sus recitales, como es el caso de «Media Verónica», «Crímenes perfectos» o «Paloma», ninguna de ellas fue en su día sencillo comercial. Finalmente es considerado con algunos cuantos más, como unos de los mejores cantantes solistas del influyente rock argentino, y muchas bandas y cantautores tienen bajo sí mismos una influencia radical de Andrés Calamaro en su música.