Ayrton Senna da Silva (São Paulo, Brasil, 21 de marzo de 1960 – Bolonia, 1 de mayo de 1994), fue un destacado piloto brasileño de Fórmula 1.
Falleció debido a un fuerte accidente sufrido en competición en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola, Italia, durante el Gran Premio de San Marino de 1994.
Fue uno de los pilotos de Fórmula 1 más exitosos, ganando el Campeonato Mundial de Pilotos de Fórmula 1 en tres ocasiones 1988, 1990 y 1991. Logró también dos subcampeonatos, en 1989 y en 1993, los dos por detrás de su gran rival, el francés Alain Prost.
A lo largo de su carrera ostentó varios récords en este deporte, como el de mayor número de pole positions, que fue superado por el alemán Michael Schumacher en el Gran Premio de San Marino de 2006 aunque con menos porcentaje poles/carreras.
Empezó a pilotar a los cuatro años cuando su padre Milton Da Silva le regaló un pequeño kart con un motor de un caballo de potencia. Su primera carrera fue en un kart a la edad de ocho años. Diría Senna: «Tenía sólo ocho años y la mayoría de los otros tenía 15, 18 e incluso 20. Las posiciones en la parrilla se determinaban por sorteo. Ponían unos papelitos con números dentro de un casco. Por ser recién llegado, fui el primero en coger un papel al azar. Saqué el número 1».
En karting compitió en los campeonatos mundiales de 1978 (sexto), 1979 (subcampeón), 1980 (subcampeón), 1981 (cuarto) y 1982 (14º). «El kart me proporcionó muchos momentos de placer y excelentes recuerdos -contaba Senna-, Nunca el pilotaje fue tan divertido como en kart. Allí aprendí muchas cosas. Mucho de lo que uso en la Fórmula 1 lo aprendí en kart». Se le debe a su afición por el kartismo su gran destreza para conducir bajo la lluvia. En cierta ocasión, su hermana comentó que tras perder una carrera de karts debido a la lluvia, Ayrton se pasó varios días intentando conducir en esas condiciones, incluso sin regresar a comer a casa, hasta perfeccionar su técnica.
Desde ese entonces, ya usaba su particular casco amarillo con dos líneas, una verde y una oscura. Es precisamente a bordo de un kart donde Ayrton aprendió esa precisión para pilotar en lluvia, ya que en un principio no era un piloto óptimo en estas condiciones. Posteriormente participó en la Fórmula Ford británica. En la que fue campeón. En esos tiempos ya era observado por Frank Williams, quien sería su último jefe de equipo en la Fórmula 1.
El equipo donde debutó en la Fórmula 1 Ayrton fue Toleman en 1984, para después competir desde 1985 hasta 1987 en Lotus, desde 1988 hasta 1993 en McLaren y en 1994 en Williams.
Su primer podio fue en el Gran Premio de Mónaco de 1984, bajo una intensísima lluvia. Ayrton partió desde la decimotercera posición en la parrilla y logró alcanzar la segunda posición detrás de Alain Prost en una carrera atípica que solo duró 31 vueltas. El propio Alain Prost confesó en esa carrera que si hubiese llegado Ayrton a alcanzar su coche, éste le hubiese dejado pasar, ya que Ayrton ese año no tenía opciones de disputar el mundial.
En 1985 partió hacia Lotus donde logró 6 victorias en 3 años, y luchó por el campeonato en 1987 gracias a Satoru Nakajima, que bloqueaba los coches que le querían adelantar, y a veces, este presionaba a los Williams tanto cuando era doblado, como cuando iba por delante de ellos. A pesar de los grandes esfuerzos del equipo, perdió el campeonato en Jerez. Curiosamente Satoru Nakajima ha sido uno de sus mejores amigos en la Fórmula 1, se respetaban mucho.
Ganó su primera carrera en 1985 en el Circuito de Estoril, en Portugal, bajo una lluvia torrencial, cuando militaba en el equipo Lotus. Esta victoria dejaría claro que Senna era todo un especialista en correr bajo lluvia. Él mismo era capaz de correr en suelo mojado con neumáticos de seco, como se demostró en el Gran Premio de Bélgica de 1992.
Senna también demostró la falta de piedad en la pista con sus rivales, como ocurrió en el Gran Premio de Japón de 1990 donde golpeó el coche de Alain Prost, quedando los dos pilotos fuera de carrera. Un año antes en 1989, en este mismo circuito, también habían colisionado, en la curva Casio, Senna intentaba adelantar a Prost y los dos monoplazas colisionaron. Prost se retiró de la carrera pero Senna continuó, adelantó a Nanini y se alzó con la victoria para posteriormente ser descalificado por el director de la prueba debido a que después del choque se saltó la chicana.
A pesar de esto, Ayrton Senna es considerado como uno de los pilotos con más talento, inteligente y carismático de la historia del automovilismo. Pocos pilotos en la Fórmula 1 pudieron establecer una relación tan estrechamente íntima, personal y cercana con sus coches de carreras.
Prueba clara de ello fue el Gran Premio de Europa de 1993 disputado en el circuito de Donington Park bajo lluvia, en el que Senna partía de la 2ª fila, y en el que adelantó a cuatro coches que le precedían en la primera vuelta a bordo del Mclaren MP4/8 y rebasando a pilotos como Michael Schumacher, Damon Hill o al campeón de aquella temporada, Alain Prost. En aquella carrera Senna dobló a todos los pilotos excepto a Damon Hill.
Durante el Gran Premio de San Marino de 1994, en Imola el 1 de mayo de 1994, a la altura de la famosa curva de Tamburello, en la vuelta número 7, tras un aparatoso accidente en la salida y al reanudarse la carrera, el monoplaza Williams Renault FW16 de Ayrton Senna se estrelló contra el muro de contención, a 216 km/h, en un ángulo de 22° mientras una barra de la suspensión atravesaba la visera y le ocasionaba fracturas en el cráneo con pérdida de masa encefálica. Tras el accidente, Senna, con serias heridas en el cráneo, yacía inconsciente mientras la carrera era abortada y las asistencias médicas se acercaban hasta el vehículo. Fue necesario hacerle una traqueotomía en el mismo circuito hasta que, minutos más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital de Maggiore de Bolonia, donde permaneció en coma algunas horas. Poco después se produjo su muerte. Esa carrera la acabaría ganando Michael Schumacher.
Este hecho ocurrió un día después de que otro piloto, el austríaco Roland Ratzenberger, falleciera durante las pruebas de clasificación en la curva Gilles Villeneuve.
Mucho se ha discutido acerca de la causa del accidente y del motivo de su muerte. Posterior al accidente, fue comprobado, mediante un examen en un microscopio electrónico que realizó el presidente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Bolonia, Enrico Lorenzini, que la columna de dirección (que estaba rota), tenía signos claros de fatiga del metal, y que se quebró antes del choque, lo que produjo que el Williams del brasileño, mientras transitaba la curva de Tamburello, de repente siguiera derecho hacia el muro. Cabe también decir que lo que acabó con la vida de Ayrton no fue la desaceleración brutal, que resistió, sino el daño que sufrió en la cabeza a causa de una barra de suspensión.
Su ataúd fue llevado por las calles de São Paulo en un coche de bomberos, seguido por más de dos millones de personas. Fue enterrado, con honores de jefe de Estado, en el Cementerio de Morumbí, de dicha ciudad brasileña. A su funeral acudieron pilotos de la talla de Jackie Stewart, Alain Prost, Emerson Fittipaldi, y Ron Dennis.
Ayrton dejó un legado de compañerismo y admiración entre sus compañeros pilotos. En el Gran Premio de Italia de 2000, cuando en la rueda de prensa de Michael Schumacher le dijeron que había conseguido igualar el número de victorias de Senna, este no pudo aguantar y se echó a llorar. Este le pasó el turno de hablar a Mika Hakkinen y este tampoco pudo hablar: «Que continúe Ralf». Después cuando le tocó otra vez hablar, tampoco pudo aguantar y se echó a llorar otra vez.
La lección aprendida del accidente cambió el deporte del motor profundamente, sin duda esto ha contribuido a salvar muchas vidas desde entonces.